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Tres días para pedirle a san José que vele por nuestras necesidades

Tres días para pedirle a san José que vele por nuestras necesidades



“Ite ad Joseph”, acudid a San José

La tradición cristiana ha tomado una frase del Antiguo Testamento para invocar a san José: “Ite ad Joseph”, acudid a San José. Estas palabras recuerdan la historia del patriarca José del Antiguo Testamento, el que en tiempos de angustia salvó al pueblo del hambre y de la muerte:

“Entonces la hambruna se extendió a todo el país de Egipto, y la gente gritó al Faraón por pan. Y el Faraón dijo a todos los egipcios: “Vayan con José, y hagan lo que él les diga” (Gen 41.55; Sal 105, 16-20).

 


Triduo a San José Obrero
en
Hozana

Id a José, fue la frase del faraón en el Antiguo Testamento en tiempos de crisis; en nosotros también hoy resuena esa frase en nuestro interior: acudamos a él especialmente durante el Triduo en línea a San José en Hozana. Cada día, quienes participen recibirán una meditación sobre San José, como modelo de los trabajadores; una pequeña jaculatoria y una imagen, del 28 al 30 de abril.

San José, al que conocemos por el Evangelio, es hombre de acción. Es hombre de trabajo. El Evangelio no ha conservado ninguna palabra suya. En cambio, ha descrito sus acciones. Acciones sencillas, cotidianas, que tienen a la vez el significado límpido para la realización de la promesa divina en la historia del hombre; obras llenas de la profundidad espiritual y de la sencillez madura. San José ha puesto toda su vida al servicio de Dios manifestada en la Sagrada familia, él no es tanto teórico si no práctico para con los menesteres de cada día. Nos enseña a poner toda nuestra vida en las manos de Dios.

San José, es modelo y patrono de los trabajadores, a él dirijámonos confiados, pidámosle ayuda para vele por nuestras necesidades de cada día, y no sólo por el alimento necesario, sino también aquello que nos conduzca a la vida eterna. Que trabajemos con espíritu de alegre, con esmero y paz, sabedores de cumplir la voluntad de Dios mientras caminamos por este éxodo hacia la tierra prometida. Y con toda la Iglesia imploremos la protección e intercesión de San José. Encomendémosle nuestras preocupaciones, especialmente los peligros que amenazan a la familia humana.

Que nuestra vida sea una jornada de esfuerzo y de siembra en la espera del descanso y de la cosecha en la eternidad, y cada día repitamos:
“A ti bienaventurado san José, acudimos en nuestra tribulación, y después de implorar el auxilio de tu Santísima Esposa, solicitamos también confiadamente tu patrocinio” (Papa León XIII)

Llenos de confianza y de fe en la obra de Dios, tomemos tres días para meditar con san José, protector de la Iglesia Universal, protector de las familias. Días de gracia, ya que este año el papa Francisco ha declarado el “Año de San José” con indulgencia plenaria para todos aquellos que recurran al santo Patriarca.

Padre Rollber Monzón, de Hozana



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